Nadie te prepara para la mezcla de amor, culpa, miedo y entrega que implica. ¿Qué significa ser una buena madre?

Maternar es una de las experiencias más complejas que puedes atravesar. Hay días en que una se siente suficiente y otros en los que todo parece fallar.

La maternidad no es una experiencia uniforme ni ideal; es una conversación constante con una misma, una lucha entre lo que se espera de ti y lo que realmente puedes/ quieres dar.

Cada vez que veo una película que retrata la maternidad sin adornos, me siento menos sola. Como si alguien más allá de la pantalla dijera: “lo que sientes es válido”. No se trata de glorificar el sacrificio, ni de juzgar a quienes no desean ser madres. Se trata de abrir el diálogo y dejar de fingir que ser madre siempre es un acto de felicidad pura.

Aquí te platicó de algunos filmes que me han acompañado y validado en la crianza.

Everything Everywhere All at Once: maternidad honesta

Me causa ruido cada vez que escucho que “las mujeres nacimos para ser madres”. Ese discurso esencialista nos reduce a una sola posibilidad de vida, como si cuidar fuera algo automático, y no una capacidad construida, aprendida y condicionada por miles de factores. Películas como Everything Everywhere All at Once lo muestran con una honestidad brutal. Evelyn, interpretada por Michelle Yeoh, no es una madre perfecta. Es una mujer que carga con frustraciones, que no siempre entiende a su hija, que se equivoca. Pero aún así, elige pelear —literal y emocionalmente— por salvar esa relación.

Ahí está la belleza de la maternidad compleja: en la capacidad de cuestionarse, de reconocerse imperfecta, y de reconstruir vínculos sin sacrificar la identidad personal.

“Lady Bird”: cuando mamá no es solo mamá

No es una historia de maternidad heroica sino de una madre real, con sus propios sueños frustrados, que a veces se comunica a gritos porque no sabe cómo hacerlo mejor y es que a veces es más fácil gritar que decir “tengo miedo de perderte”.

Lady Bird nos recuerda que nuestras madres también fueron hijas. Que también querían algo más para sí mismas. Y que muchas veces, lo que llamamos “control” es miedo.

En “Red”, el linaje emocional de las mujeres

En Red, la directora Domee Shi plantea una herencia emocional de madre a hija: traumas, exigencias, silencios: las cargas transgeneracionales. Te hace cuestionar qué tanto de lo que creo que “soy” en realidad responde a lo que mi madre o mi abuela esperaban de mí. ¿Dónde termina su voz y empieza la mía?

Esta película recuerda que sanar a veces significa rebelarse. Que decir “no quiero ser como tú” también puede ser una forma de amor.

“Los lobos”: la maternidad migrante, solitaria y valiente

La maternidad también es resiliencia, como lo muestra Los lobos. Lucía, una madre migrante que llega con sus hijos a Estados Unidos, es el claro ejemplo de muchas madres que buscan un futuro mejor. Ella no puede estar con sus hijos todo el tiempo, pero les deja grabaciones con cuentos y enseñanzas. En cada palabra que les deja grabada hay ternura, hay lucha, hay esperanza.

“Cómo ganar millones antes de que muera la abuela”: el cuidado que no se agradece

Esta película tailandesa me pareció demoledora. Amah, la abuela, encarna a tantas mujeres mayores que han sido las pilares silenciosos de sus familias. Y sin embargo, el cuidado que ella brindó no garantiza respeto. Es incómodo, pero necesario, pensar en cómo tratamos a nuestras madres cuando envejecen. ¿Las vemos como personas o solo como figuras funcionales a nuestro beneficio?

Esta historia habla de lo ingrato que puede ser el rol materno cuando no está idealizado. Cuando cuidar no te da ni estatus ni agradecimiento, solo cansancio y olvido.

no te da ni estatus ni agradecimiento, solo cansancio y olvido.

“Todo sobre mi madre”: maternidades diversas, maternidades elegidas

Pedro Almodóvar, con su capacidad para mostrar lo marginado desde la belleza, nos presenta en Todo sobre mi madre un abanico de maternidades: la biológica, la adoptiva, la trans, la espiritual. Es un homenaje a las mujeres que cuidan desde el amor y no desde la obligación. Ser madre no siempre tiene que ver con parir, sino con elegir cuidar, acompañar, sostener.

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