Anna Weyant nació en Calgary en 1995 y se graduó de la aclamada Rhode Island School of Design (RISD) en 2017 y solo 5 años después de graduarse se inauguró su exposición individual en la galería Gagosian en Nueva York, siendo la artista más joven en firmar con la galería que representa a otros artistas como Damien Hirsch, Takashi Murakami y John Currin.

Con tan solo 30 años, Weyant ha participado en 9 exposiciones colectivas y 6 individuales, una de ellas siendo en el museo Thyssen-Bornemisza en Madrid, además de ser parte de la lista de Forbes 30 under 30.
Weyant es conocida por sus pinturas figurativas, usualmente retratando a mujeres o bodegones con un aire misterioso y una paleta de colores sobria. Inspirada en los maestros holandeses del siglo XVII como Frans Hals y el artista estadounidense John Currin.
Weyant desarrolló un estilo característico, con las mujeres de sus pinturas asemejando a muñecas con sus mejillas redondas y ojos inocentes. Esta inocencia contrasta con los colores desaturados de su obra, dando un aire de misterio.
En febrero tuve la oportunidad de ver en persona una de sus obras en Olivia Foundation en la Roma Norte. Girl in Window (2024) se encuentra en la planta baja de la casa remodelada y a primera vista parece una composición simple, pero al verla detenidamente se puede ver la maestría de Weyant, quien usa las transparencias a la perfección para generar volumen.
La obra retrata a una mujer en una ventana con su busto descubierto y su rostro, casi imperceptible, cubierto por una cortina semitransparente. La obra, en tonos fríos da un aire sombrío, haciendo preguntar al espectador si es en realidad un bodegón, con una estatua como protagonista, o un retrato.

La nueva exposición de Weyant, con 9 obras, estará disponible hasta el 12 de octubre en el museo Thyssen-Bornemisza en Madrid.




