Once Upon A Time In Hollywood fue una de mis experiencias más gratas para ir al cine, todavía me acuerdo, e incluso creó que la he visto como tres veces o más en toda mi vida, teníamos al trío que no sabía que necesitaba; Leo, Pitt y Robbie ilustrando de momentos icónicos, reviviendo el glamour muerto y el eterno personaje soñador llamado Hollywood.

Érase una vez en Hollywood (literalmente) un actor en decadencia llamado Rick Dalton que cada vez busca tratar de estirar y dejar huella en la historia del cine, mientras su crisis de identidad ocurre, su gran amigo y también doble de acción Cliff Booth lo acompaña y apoya de forma incondicional, retratando no solo el lazo fraternal que los une, sino, de igual forma sus paralelas y muy distintas vidas, mientras Rick llora porque le dieron el papel de villano en un western importante (se supone este dato en la película es una señal de que ya va de salida su trayectoria en la actuación) Cliff nos lleva de paseo a descubrir la pobreza Hollywoodense y las sectas del white trash.
Esta narración visual no solo se centra en ellos dos, asimismo, tenemos a un tercer personaje que supera la categoría precaria de Cliff y la caprichosidad de Rick, de esta forma Tarantino escribe una fantasía propia de los años 60 (finales de estos, inicios de los 70) resucitando a una de las amadas del cine de oro, Sharon Tate.
Con este contexto ya marcado, el director nos sumerge a este universo ambiental, lleno de vicios y giros que dejan al espectador sorprendido sin saber qué está pasando pero disfrutando totalmente de la situación.
Retomando un cachito de la introducción; desde que la vi me gustó, a pesar de ser una película que a simple vista no tiene pies ni cabeza, es el ambiente, la ciudad, el personaje que une los caminos de nuestros tres personajes, sin duda la química entre Brad Pitt y Leo Di Caprio es inigualable, simplemente son el dúo perfecto con personajes ricos en peculiaridad, nos brindan comicidad, drama, compañerismo, ternura e incluso coreografías de acción que demuestran que el exesposo de Angelina Jolie si se tomó en serio el ser un doble de acción. No dejemos de fuera a Margot Robbie, quien le da vida de nuevo a nuestra preciosa y siempre eterna Sharon Tate.
Tarantino nos da el pequeño regalo de lo que ojalá hubiera ocurrido, Margot destaca las cualidades que hacían a Sharon la mujer que fue, su sencillez, carisma, jovialidad, dulzura, etc. Amo tanto su personaje que cada vez que oigo Beast of Burden de los Rolling Stones describo que esa canción suena como Sharon Tate embarazada, bailando frente a su toca discos mientras espera a Polanski y sus amigos en casa (fuchi kk Polanski).
Definitivamente, recomendaría la película a cualquiera que le gustaría darle un vistazo a lo que fue el cine en su época más alta, por cuestiones de la sociedad y desastres naturales la ciudad de Los Ángeles no volverá a ser lo que gloriosamente logró, Tarantino hace un gran tributo a la industria, a sus cosas buenas, malas y locuras que se metían en el camino, se nota que estos personajes ya llevaban años rondando por su mente esperando a que el contará sus historias.
El detalle más impresionante para mí fue la escena donde conocemos el rancho Spahn, es una secuencia que te eriza la piel, te incomoda y carcome, distrayendo totalmente la bomba que uno no ve venir al final, por otra parte, destaco totalmente la ambientación y el vestuario que componen la armonía de la época, Once Upon a time In Hollywood es un verdadero viaje por el tiempo, la historia del cine y sus escándalos.
Datos:
Nombre del director: Quentin Tarantino.
Año de estreno de la película: 2019.
Género: Comedia/Western.
Tiempo total de la película: 2 horas 40 minutos.




